viernes, 1 de febrero de 2013

Democracia sobrecogedora

Vaya por delante que no soy ni economista, ni analista política, ni me he leído informes de investigación ni nada por estilo. Vamos, que soy como la mayoría del populacho que entra en Twitter y se encuentra hashtags del tipo #LosPapelesDeBárcenas. Te dedicas a leer las noticias que aparecen y tu estupor va en aumento, sin entender nada.
A grandes rasgos, y sin profundizar para nada (porque no me apetece ni sé hacerlo) sobre este tipo de temas, me vienen a la mente varias frases.
"Hemos vivido por encima de nuestras posibilidades" "No me temblará la mano si soy consciente de algo ilegal en mi partido" "Hay que apretarse el cinturón" "No tocaremos ni la sanidad ni la educación" "Es necesario realizar ajustes (recortes)"... y un largo etcétera. Leyendo todas estas frases uno puede pensar que se siente engañado.

Estamos viviendo una época en la que la crisis sirve para que un gobierno (a mi modo de ver, moralmente ilegítimo) apriete la correa a los descarriados, a los que se quejan, a los más débiles, a los que quieren saber qué está pasando. Digo que este gobierno es moralmente ilegítimo ya que llegó al poder con unas promesas que, no solo ha incumplido, sino que ha hecho todo lo contrario. No me quiero extender, creo que todos sabemos y recordamos lo que se decía antes de las elecciones y lo que ha pasado después.
Sinceramente, las elecciones han pasado a ser, a mi modo de ver, una pantomima. Una burla a los votantes que, en muchos casos, van a votar para intentar cambiar algo. Otra veces van porque sí. Otras veces votan sin ningún tipo de ideal, simplemente por azar. Otras veces no van a votar y otras veces, simplemente, se creen lo que los políticos les cuentan. Todos nos lo creemos en cierto modo. Todos nos esforzamos en seguir creyendo en este sistema, en un sistema al que llaman democrático y que, en la superficie, puede llegar a serlo, pero en el fondo, todos sabemos que no lo es.

Para empezar, no hay ningún tipo de responsabilidad política con las promesas que hacen los partidos antes de las elecciones. Debería haber una ley que regulara esto. Yo puedo hacerme un currículum de la hostia, poner que hablo 7 idiomas, que he estado trabajando en multinacionales en Nueva York, Londres o Pekín. Pueden cogerme quizá en el trabajo. Pero al final la mentira se descubre. Al final no soy válida para trabajar en ese puesto porque he mentido. Al final te echan a la calle y con razón, pero esto en la política no pasa. Puedes mentir todo lo que quieras antes de las elecciones y después. Puedes estar implicado en tramas de corrupción, puedes no dar explicaciones, puedes recortar a los más necesitados, puedes putear a los funcionarios, puedes burlar la ley... eres una especie de semidios que ha ascendido al poder porque el populacho ha depositado la mayoría de sus votos en tí y se ha creído tus mentiras. Y tú te dedicas a traicionar su confianza y a crear más y más desasosiego entre la gente.

Personalmente, estoy convencida que la mayoría de políticos de este país se pasan la marca España por el arco del triunfo. Se pasan el bienestar de sus ciudadanos (gracias a los que han llegado al poder) por el forro de los "cojines". Se pasan la ley por la espalda, a modo de finta, como si jugaran al basket y la pelota fuésemos nosotros. Nosotros votamos pero ellos nos botan como una pelota y se la pasan unos a otros con el único fin de hacernos pasar por el aro. Pero tengo la sensación que está llegando un punto en el que la pelota no para de rebotar y ya no entra. A los políticos habría que recordarles que sin pelota no hay baloncesto, de la misma forma que sin ciudadanos que confíen en políticos no existe la democracia. Se transforma en una burla, en un timo, en algo irreal, en una bomba que parece manejable pero que te puede explotar en las manos.

Lo último que acaba de salir es ya de chiste. Un tesorero del partido que gobierna tenía cuentas millonarias en Suiza. Presuntamente entregaba sobres a altos cargos del partido, y los sobres iban llenos de dinero en B, o en negro, como lo prefiráis. Y resulta que este tesorero tenía unos apuntes donde dejaba reflejadas las entregas periódicas que realizaba a los miembros de su partido. Y el actual presidente del gobierno está en esas cuentas. Resumiendo, presuntamente, el Presidente cobraba sueldos en B, amén de otros altos cargos como el señor Arenas, alias "el pierde elecciones". Y nosotros somos los que hemos estado viviendo por encima de nuestras posibilidades ¿no?. Nosotros somos los que nos tenemos que apretar el cinturón ¿verdad?. ¿Que potestad pueden tener estos hombres para decirme que tengo que sacrificarme por mi país para que salga adelante, si estas cuentas se confirman? No tendrían ninguna potestad, más o menos como ahora, pero de forma más heavy si cabe. De hecho, algunos miembros del partido han afirmado que recibieron algún pago de parte del generoso Bárcenas, que era más o menos como el tio Gilito, pero en corrupto. Sobre-cogedor.

Y después de esto, ¿Qué pasa? Pues no pasa nada, porque el otro día Messi escupió al banquillo del Madrid e increpó a Karanka y eso es una noticia importante. No pasa nada porque hace un tiempo primaveral y eso es bueno para la marca España. No pasa nada porque el presidente del gobierno va a hacer una declaración pero no va a admitir preguntas de parte de los periodistas. ¿Por qué no acepta preguntas? Si esto no es verdad, ¿No sería mejor dejar que le preguntasen y zanjar el tema con declaraciones rotundas de un presidente ante las inquisitivas preguntas de la malvada prensa española? Parece que el señor Rajoy no piensa así. Parece que prefiere seguir en ese juego de ocultismo que tan bien le está funcionando. Le ha ido tan bien que está a cargo de un país después de haber perdido dos elecciones seguidas. Y no digamos del partido de la oposición, que parece sentarse a esperar que explote la gran bola de deshechos fecales y entonces intentar acceder de nuevo al gobierno. A mi modo de ver, no existe la oposición actualmente, y no existe porque cuando estaban en el gobierno también ocurrieron cosas que les han quitado gran parte de la credibilidad que tenían. Ahora les escucho en el congreso decirse "y tú más" y me da la sensación que en esos escaños no está representada mi voz.

Me gustaría ver una oposición fuerte, que representara a la gente que está indignada con este rodillo llamado "mayoría absoluta" y que está pasando por encima de nosotros. Pero no oigo la voz de la oposición, solo oigo la voz de la calle, esa voz es fuerte, es clamorosa, es reveladora, esa voz tiene mezcladas diferentes ideologías, diferentes formas de vida, diferentes razones por las que clamar, pero no tiene representación. Es una auténtica pena que, teniendo el país que tenemos, España tenga que ser noticia por corrupción, por recortes sin ningún tipo de compasión, por acoso a la sanidad y por tantas otras cosas nefastas por las que salimos en los periódicos. Con todas las cosas buenas que hay, teniendo la generación de jóvenes más preparada de la historia, con la cantidad de potencial que tiene la voz de la calle, es increíble como este país puede estar gobernado por esta panda de ineptos, mentirosos, corruptos (en algunos casos) e irresponsables que se dedican a escudarse en la herencia recibida, en la crisis, en los malos tiempos, para seguir apretando el cinturón a la gente de la calle, a los que verdaderamente podemos sacar este país adelante. No son ellos los que pueden, los únicos que podemos somos nosotros, pero no podemos porque hay que esperar 3 años para volver a votar. No podemos porque no habrá ningún partido que nos represente en realidad. Lo peor de todo es que seguimos confiando en la democracia, porque sabemos que es la única forma justa de gobernar un país. Pero una democracia de verdad, no como ésta, que es una auténtica mentira.