jueves, 24 de mayo de 2012

A la atención del ministro de mala educación


Señor Wert:
Me dirijo a Usted sabiendo que nunca me leerá. Es su especialidad no escuchar a la gente que tiene algo que decir y que difiere de lo que usted piensa.
Quizá escribo esto pensando que, remotamente, en algún universo paralelo, usted lo lea. Bah, para que mentir, lo escribo para desahogarme.

Ayer vi sus declaraciones. Me ha abierto usted los ojos. Así que las familias que no puedan pagarle a sus hijos las matriculas universitarias el año que viene, será porque deciden gastarse sus recursos en otras cosas antes que en eso. Acabáramos. Debo contarle que, cuando se lo he contado a gente de mi clase, han ido corriendo a llamar a sus familias. ¿Cómo se atreven a gastarse el dinero de sus matrículas en comida? Es totalmente prescindible, tiene usted razón señor Wert. Yo les he dicho que me creo palabra por palabra lo que usted dice. Me lo creo porque veo que es usted un ser empático con los ciudadanos de su país. Empático porque apuesta por una escuela pública y da su total respaldo a los profesores que, día a día, educan a futuros votantes (así los ve usted). Más que empático le diría que es muy buen político. Representa a la mayoría de votantes que han confiado en usted. Pero me veo en el deber de recordarle que usted no solo gobierna para esa gente que le votó (y que quizá, ahora, muchos se arrepientan); usted gobierna para todos, no lo olvide.

Quizá lo que en realidad quería usted decir, es que el gobierno se ha visto obligado a administrar los recursos recortando en educación y sanidad, porque hay otras cosas más importantes en las que es imposible recortar. ¿Cómo equiparar la financiación de la iglesia a la sanidad? ¿Y el dinero que recibe la monarquía a la educación? Es imposible, no tienen comparación, es mucho mejor que la gente tenga iglesias donde rezar ante esta situación ¿Para que darles un futuro esperanzador y oportunidades? Es mucho mejor mantener una institución obsoleta y envuelta en millones de problemas (la monarquía), que financiar una sanidad pública de calidad. Déjeme decirle algo señor Wert: Me da miedo su cinismo.

No hay cosa peor que un político cínico. Un político que dice saber cuál es la situación del país no puede realizar unas declaraciones como las que usted ha hecho. Y usted pensará: ¿Quién eres tú para decirme que no puedo realizar esas declaraciones? Esto me recuerda a las famosas declaraciones del anterior presidente de su partido, el señor Aznar. Decía algo así como:  “¿Quién te ha dicho a ti las copas de vino que yo tengo o no tengo que beber?” (para darle más dramatismo, le recomiendo leer esta frase con un tono ligeramente ebrio) Tiene usted razón. ¿Quién soy yo? Yo, una persona que vive en un país democrático… bah, yo no soy nadie. Yo soy una de esas personas que le molestan porque no pienso como usted. Una de esas personas a las que no quiere escuchar. Soy de clase B, usted me lo ha dejado claro.  

Dicen que si pronuncias tres veces la palabra “tasazo” delante de un espejo, se aparece usted en él con su sonrisa diciendo: “dile a tu familia que no coma si quieres estudiar”. No lo he probado todavía, me da miedo. En todos estos meses que llevan usted y sus amigos en el gobierno, he sacado en claro varias cosas:

Primero: La gente que no piensa como ustedes no tiene derecho a protestar, y, si protesta, ni se le va a escuchar, ni se le va a atender, solo se le va a desprestigiar y despreciar.

Segundo: La educación y la sanidad pública les importa lo mismo que la extinción de las focas monje, es decir, nada. Es más, hasta les molesta. Para una cosa medianamente buena que tenemos, y, ustedes, es 6 meses, han firmado la sentencia que pone fin a tales lujos, impropios para gente que no sabe administrar bien sus recursos.

Tercero: Hay ciudadanos de clase A y de clase B. Los de clase A tienen futuro, un abanico de posibilidades, previo pago de matrículas universitarias desorbitadas. Los de clase B, si quieren tener futuro, deben empezar por dejar de comer otra cosa que no sea ajo y agua, dejar de tener casa y, por supuesto, ir desnudos por la calle porque la ropa también es un lujo. Si quieren estudiar, que aprendan a administrarse.

Cuarto: Siguen la dinámica del “si hay un frente abierto, abro otro y tiro con lo que sea”. Esta es la táctica que emplea su compañera de partido, Esperanza Aguirre. Yo la llamo Desesperanza o “la marquesa”. Le quedan mejor esos nombres. Ella es inteligente. “Tanta crisis, tanta huelga educativa… voy a molestar un ratito a los independentistas y voy a tocar el tema del fútbol. Así me quito de en medio a todos los demás.” Resultado: en el telediario se habla más de la final de copa del rey que de los recortes educativos o como la Comunidad de Madrid ocultó las cifras reales de su déficit. Plan maestro.

Quinto: Son prácticos. Lo que recortan de un lado lo invierten en cosas más importantes, léase los 10000 millones que recortaron en sanidad y educación, los cuales van a ser inyectados a Bankia. Si me pongo a hablar de este tema, me llevaría un buen RATO exponer mis opiniones. Me lo voy a ahorrar, no quiero aburrirle.

Con estas 5 premisas básicas que ustedes han seguido a lo largo de estos 6 meses, nos han llenado de esperanza e ilusión. La gente ha encontrado trabajo. Sorpresivamente las cifras del paro han bajado hasta límites que ni ustedes mismos preveían. La gente anda feliz por la calle, despreocupada, contenta por tener un gobierno que les ha solucionado los problemas que el malvado gobierno anterior no supo solucionar.
Bien, y ahora señor Wert, baje de la nube. Deje de pensar que vive en el mundo de Yupi, deje de pensar que la gente no sabe administrarse porque se dedica a comprarse caprichos. Deje de pensar que la gente tiene dinero suficiente para pagar carreras a sus hijos, por muy desorbitadas que sean las matrículas. Deje de vivir esa realidad paralela que le hace decir semejantes estupideces. Siento comunicarle que hay gente que no tiene recursos. Veo su cara de desilusión, lo siento en el alma, siento darle esta mala noticia, pero cuanto antes se entere, mejor político será. 

Deje de mofarse de las familias con menos recursos, porque, siento comunicarle señor Wert, que usted no es mejor que ellos. No me mire así, de verdad que lo siento , pero es un usted un pésimo político. Un político que juega a mofarse de la situación económica de los ciudadanos de su país, lamento decírselo, pero es un necio. O quizá no. Quizá es que sabe que diga lo que diga, la gente no va a hacer nada. La gente pondrá el grito en el cielo un rato, y luego se calmará. Quizá eso es lo que usted piensa, quizá eso es lo que pasa actualmente, pero tenga en cuenta que si la gente se cansa, si la gente decide no calmarse, usted y el gobierno al que pertenece tendrá que responder. Y ya no valdrá eso de “la herencia”, la gente ya no querrá saber cómo hemos llegado a esta situación, la gente querrá soluciones. ¿Sabrá usted darle soluciones a profesores que se ven sobrepasados por la masificación en sus clases? ¿Sabrá usted darle soluciones a jóvenes que quieran labrarse un futuro mejor que el de sus padres, pero no tengan como pagarse una carrera? ¿Sabrá usted decirle a un niño que, como sus padres no saben administrarse, no podrá nunca ir a la universidad? ¿Sabrá usted algo más de lo que sabe hoy? Le diré lo que usted sabe hoy: NADA.

Lo que ustedes prometieron se está cumpliendo. Súmate al cambio. Yo mejor diría: “Súmate al cambio, pero sólo si tienes dinero, sino, vete a rezar, que las iglesias siempre van a estar ahí, como debe ser, como dios manda. Ministerio de educación, Gobierno de España”.